lunes, 9 de julio de 2007

Nieva


Hay un lenguaje que se va. Los intentos por llegarme a vos con la palabra son vanos, como saber tu nombre. Ahora lo se. Saberlo me deja vacía.
Estoy sentada en una mesa ratona. La pista nos divide. Ellas giran. Ellas las parejas, las que bailan. Cruzándose frente a los ojos. Un estado ideal. Entre el pelo semiatado de Manuela y el pecho de Sandra, te espio. Me estás mirando. También sentada pero en el brazo de un sillón de un cuerpo. Para estar más segura achico los ojos. Sí. Me mirás.
Hay voces en derredor, me susurran y yo tiemblo. "Es hermosa, dale otro sorbo al margarita". No. Me encuentro girando la vista hacia los lados como enjaulada. Nerviosa. Manoteo sus manos y ella se sostiene de mi espalda, de la parte más lejana, se cierra sobre mi pecho. Casi. La respiración acá. Tan acá. Es de Inglaterra creo. La llevo. Caigo en un sillón junto a Marisa. Otra. La acabo de conocer. Bailamos. Es de Argentina. De ojos claros, de pelo claro. Siguen las voces. "Es muy linda. Yo iría". Debe inferírseme el camino de los ojos cuando soy tan evidente. La mirada partiendo la pista en pedazos, incrustada en los cuerpos, en los recovecos. Fantasías animadas de ayer y de hoy. Me llevo a mí misma en olas por el aire sobre cada pareja. Las voces cómplices entran en pausa. Espectantes. Caigo antes del metro y medio. Debés entender Marisa mi estado de cierre entre paréntesis. Giñame un ojo si es un sí. Me alienta a avanzar. Retomo con el guiño de la amiga nueva.

Estás de espaldas. A sabiendas. Girás para mirarme por primera vez los ojos.
-(habla margarita)

-(respondés)
Hay un lenguaje que se atravieza y es tan dificil si no te toco. No tengo ni la voz cuando quiero posar entera ante quien sea. Yo y este cuerpo. Hay una cercanía en los ojos pero no. Esta música no te gusta. Es tango electrónico. Luego cuando cambien el cd. Quizá.
-Te espero- mis últimas palabras esta noche. Las únicas que le pude robar al lenguaje.
Despejan la pista. Todas. De a una, de a dos, de a tres se ponen el abrigo. Se van. Dispuestos los sillones en un rincón. Como una media luna. Quedamos cinco. Nosotras en los extremos. De costado. Refujiadas en la mujer más cercana. Ambas con el abrigo y no nos vamos. Dije esperarte. Dije. Pero todo está vacío.
A nuestros cuerpos de costado en el sillón no los escucha nadie. Ni nosotras. El lenguaje se va. Cierro los ojos deliberadamente y abrazo tu cuerpo desconocido. Me levanto. Camino hacia vos. Saludo a la mujer a tu lado y luego te saludo como al resto.
Hay una pausa larga, un nuevo paréntesis entre el espacio que se recorre caminando desde una punta del sillón hasta vos. Entre una hoja blanca y esta noche en que nieva en Buenos Aires. Hay una pausa. Hay eso.

Begonia.

4 comentarios:

Begonia Loverraine. dijo...

Sabrina /leo tu nombre en tu pantalon/ sí, mirame que sí. Es un rebote. Un rebote y. Perdoname que falté el otro día y seguro vos llevaste la peluca lacia porque recordaste que te prometí una trensa. ¿Me esperás? Fijate que mañana sábado o pasado domingo esta pausa termina. Esta nomás. Y veremos qué pasa con el tango clásico.
Pero mientras pasa. Pasan. Y no me voy a detener en una única mirada. Mentira que la pausa es deternerse. Mentira que el silencio es el no sonido. Aturdida por tanto canto, como en el campo. Los tordos, los benteveos. Demasiado canto a veces. Pero ahora necesito más que nunca muchas voces y nada.

Begonia.

Cristina Cambareri dijo...

mmmhhh qué buen texto. el tema del sonido, del silencio, el lenguaje, expresado de manera tan "nenequial" jajaja... buenísimo, me gustó, y ahora entiendo que estuvo bien que rosa te echara de su taller, y la echada general de exorcización en la parroquia. beso, niña, love.

Begonia Loverraine. dijo...

oh. ¿Rosa echóseme? Y yo que en mi frágil indiosingracia creía que había escapado /yo de ella.
Gracias para empezar por devolverme a la neneque. No sé si un texto mío ahora es del todo "nenequial". Si por aquellas épocas yo hubiese sido como Begonia, uy! la historia pudiera ser otra.
Quizá hubiésemos tenido más hijos que las hormigas. Ja ja.

Feliz de que aun así mi actual escritura te resulte placentera. Qué no decaiga pues. Pero como te digo. Mejor con el cuerpo. Es lo con lo qué más necesito escribir hoy. Te veo el domingo.

Bezo.

Begonia Loverraine. dijo...

¿y la parroquia!

Hay momentos del Jupa primitivo que llevo en un lugar profundo del corazón.

Pero es cierto que yo no decía en mis oraciones todas las palabras.

¿Creés que habría sido escuchada?

Dime tu.